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miércoles, 15 de enero de 2014

The Bling Ring

Es la última película de Sofia Coppola, creadora de obras maestras como Lost in translation (todo aquel que diga que es aburrida merece morir). Un poco escéptico al principio al saber que está basado en hechos reales y la aparición de la bruja remilgada de las películas del gafotas huérfano. Sin embargo al parecer tan fashion decidí verla. 

Se trata de un grupo de adolescentes aburridos, como todos los adolescentes, que viven en LA y se deciden ir a robar las casas de gente famosa, miran las cuentas de facebook o twitter donde los famosos ponen por donde salen de fiesta y así estos saben si estan fuera de la ciudad. Hay que ser lerdo para poner tu dirección en una red social y luego actualizar tu estado diciendo donde estas, es como una invitación a que te roben. Me sorprendió lo fácil que resulta entrar en la casa de Paris Hilton, no hay alarma, no hay seguridad, nada de nada, y claro, estos petardos se pasean como si fuese su casa. Al llegar al vestidor las chicas tienen orgasmos múltiples y como si estuviesen en una tienda empiezan a coger cosas. Es cierto que gente con tanta ropa y accesorios a lo mejor no se dan cuenta si un par de bolsos desaparecen. Lo que pasa es que se vuelven adictos a visitar casas que no son las suyas y a llevarse cosas que no son suyas sin ningún tipo de remordimiento. De esta forma deciden visitar a parte de la casa de Paris Hilton varias veces, las de Lindsay Lohan Rachel Bilson, Orlando Bloom y Miranda Kerr, Megan Fox y Audrina Patridge (si tampoco sabéis quienes son esas personas también merecis morir).

En realidad esta es una película muy triste que narra la vida de unos adolescentes cuya vida es tan aburrida que no tienen nada mejor que hacer que seguir la vida de los famosos, esto se convierte en obsesión si se tiene en cuenta que viven en la misma ciudad que la gente a la que admiran, no por sus logros profesionales, si no por el tamaño de su vestidor y de su colección de zapatos y bolsos de marcas de lujo. En vez de trabajar para conseguir lo que quieren que es ser como los famosos a los que roban, deciden que es más fácil entrar en sus casas, ponerse su ropa y hacer como que son ellos cuando salen de fiesta. Reflejo de la actitud “quiero esto y lo quiero ahora” y “me la suda las consecuencias” típico de la sociedad actual. Me sorprende todavía como unos niñatos consiguen entrar en discotecas a la moda en LA, sobre todo teniendo en cuenta que la edad para beber en los USA es de 21 años. Al final en unos meses el grupo llego a robar más de 3 millones de dólares en ropa, accesorios y dinero. Como ademas eran tan listos lo decían a sus amigos, hoy ha estado en la casa de Paris, oh que guay, si mira mi nuevo Chanel! No podía ser de otra forma y los pillaron, los juzgaron y los condenaron a 4 años de prisión. No se debería condenar a nadie a prisión por ser Fashion, pero si por imbéciles que es lo que son. 

La película en si es bastante sosa, repetitiva y nada sorprendente. Realmente sigo sin saber porque tanto revuelo si no por el nombre de la directora que ha hecho cosas mejores y que esperamos que lo vuelva a hacer. No cabe duda de que reencontramos el estilo de Sofia en protagonistas vacíos y que no saben que hacer con su vida, que es el tema más recurrente de sus películas dejando el resto de la historia como adorno brillante y hortera. 

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