Experiencia mistica!

Hay momentos en la vida que son puro glamour. Es el caso de volar en Business class, da igual que sea un vuelo corto, la diversión no sólo esta en el vuelo, sino en todas partes. Primero mostrador a aparte para el check-in! No sea que te mezcles con los pobres y se te peguen las pulgas! Después la prioridad continua en el control de seguridad. Con una fila solo para los pasajeros VIP. No solo no hay gente sino que no tienes que esperar! una maravilla!

Después continuamos nuestro viaje yendo a la sala de espera para los pasajeros en Business class, cada compañía suele tener una diferente y en el caso de que no se encuentre en su hub principal normalmente se usa la misma sala para diferentes compañías con acuerdos comerciales. En mi caso me toco la Skyview Lounge. Pequeña pero funcional. Con sillones de cuero muy comodos. Acceso a Internet, y un buffet en el que podías servirte todo tipo de bebidas con o sin alcohol así como algunos snacks. Un lugar relajante lejos del ajetreo de la terminal y desde donde se podía ver a los aviones que despegan o aterrizan. 

Ya una vez a bordo me encuentro yo solito en la cabina Business, 12 asientos solo para mi! es lo mejor de lo mejor. Me senté en el 1A. A pesar de que la imbécil del check-in me dijo que no había fila 1 A y C y por eso me puso en la 2.

Otra vez más espacio y tranquilidad. Lujo y glamour en esta ocasión es el estar detrás de las cortinillas. Me dediqué a marujear con una de las azafatas, o era la sobrecargo? Total estaría aburrida la mujer. Te sirven una bebida mientras se prepara el avión para el despegue y así puedes ver como se pone el sol mientras el avión asciende y el champán desciende por tu garganta mientras las burbujitas te hacen cosquillitas.