Cuando se une la Venus de Botticelli con el Photoshop surge el inevitable problema del canon de belleza actual de una mujer extremadamente delgada. Aunque estemos ya acostumbrados a ver a finas y elegantes modelos desfilando, es cierto que su delgadez pone en evidencia los vestidos y a veces esa delgadez es demasiado extrema. Pero este no es el tema del día. El tema es como hace unos siglos en el renacimiento el canon de belleza femenino era una mujer con formas un poco rellenita, con algo de carne donde agarrarse. En el cuadro del Nacimiento de Venus no se nota tanto la diferencia. Pero podemos apreciar en los siguientes cuadros como una delgadez extrema no resulta atractiva y por ejemplo la Venus durmiente podría pasar a titularse la Venus moribunda o hambrienta. Puede que el culo de la Venus jugando con las palomas esté un poco mejor después de una pequeña liposucción, pero el resto del cuerpo no. En definitiva, después de los retoques las figuras femeninas no resultan tan atractivas, un tanto deformes al tener unos pechos tan grandes en un cuerpo tan delgado por no hablar del anacronismo que se siente al ver esos personajes escuálidos.
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