Buscando nuevas experiencias culinarias he acudido hoy al recien inaugurado Holy Cow de la estación de Ginebra. Siguiendo en la linea de hamburgueserias gourmet que tan de moda se han puesto en Ginebra.
Siendo la novedad de esta cadena el aspecto local, solo sirven comida y bebidas suizas. Es un buen concepto, pero al comer una hamburgersa, el tomar una coca-cola es obligatorio. Casi te hacen sentirte como una vaca al poner vallas de madera para dirigir las colas, pero buena hamburguesa.
Sin embargo las de la demi-lune o del calamar, lugares iconicos de la vida ginebrina siguen siendo mis preferidas!!
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